De los nueve acusados, dos habían sido ya liberados
hace unas semanas por falta de pruebas suficientes. A ellos se suman ahora
otros tres. Pese a que eran más los presentes, la justicia sudafricana ha
considerado que solo existían pruebas suficientes para condenar a cuatro de los
acusados, declarados ahora culpables de golpear, apedrear y apuñalar a Zoliswa
Nkonyana hasta su muerte.
El juicio por el brutal asesinato de Zoliswa,
retrasado en más de treinta ocasiones por diversos motivos, se había convertido
en todo un símbolo de lo complicado que resulta que la justicia acabe
condenando a este tipo de agresores. Las agresiones a mujeres lesbianas en
Sudáfrica, incluyendo las terribles “violaciones correctivas” que muchas veces
culminan con el asesinato de la víctima, han aumentado en paralelo a la mayor
visibilidad lésbica alcanzada a lo largo de los últimos años. Una realidad
social que contrasta con el avanzado marco jurídico del país, nacido del fin
del apartheid, que garantiza constitucionalmente la no discriminación por
razones de orientación sexual.
Desde dosmanzanas os hemos informado de algunos
de estos atroces casos, como el de una adolescente de trece años violada en
mayo en Pretoria; el de Noxolo Nogwaza, activista brutalmente violada y
asesinada en abril, o el de la futbolista Eudy Simelane, que corrió la misma
suerte en el año 2009. Se calcula que solo en Ciudad del Cabo se producirían
cada semana hasta diez violaciones de este tipo. Precisamente en mayo el
Gobierno de Sudáfrica decidía finalmente crear una comisión para perseguir los
crímenes de odio de raíz homófoba, después de que la plataforma change.org le
hiciera llegar una petición firmada por 170.000 personas en la que se pedía al
Gobierno que tomara cartas en el asunto (una iniciativa promovida por
activistas lesbianas locales).
Nuevo asesinato de un gay en Johannesburgo En
otro orden de cosas, sin salir de Sudáfrica, se ha sabido que en abril se
produjo otro asesinato de un gay en Johannesburgo que bien podría tratarse de
una quinta víctima de un asesino en serie. Como en los otros cuatro casos, de
los que informamos hace unos días, el bailarín y coreógrafo Manolis Veloudos
fue asesinado en su propia casa tras ser maniatado, aunque en este caso habría
sido golpeado con su propio ordenador portátil en lugar de estrangulado. Sin
embargo, y al igual que los otros casos, todo apunta a que el asesino no forzó
la puerta y habría sido invitado a entrar por la propia víctima.
El temor a que un asesino homófobo esté
utilizando webs gays para contactar con sus víctimas crece entre la comunidad
LGTB, así como la sensación de que la Policía no está poniendo todos los medios
a su alcance para aclarar los crímenes.
Fuente: dosmanzanas.com
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